El Taoismo
El Taoísmo se desarrolló a partir de un sistema filosófico basado en las escrituras de Lao Tzu. Lao Tzu, se supone que vivió durante el siglo VI a. C.
El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende ésta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales. Lao Tzu fue deificado como dios taoísta -un "inmortal"-, encabezando un enorme panteón de héroes folclóricos, generales famosos y sabios, todos los cuales
alcanzaron la inmortalidad. Sin embargo, la antigua forma del Taoísmo era la de una corriente filosófica y no una religión, por lo que los antiguos pensadores interpretaban por "inmortalidad" el hecho de "autosuperación" del propio ser en comunidad con el entorno, lo que implica buscar la superación y el progreso personal y colectivo, en base a la mutación constante que enseña el Tao.
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una pasiva, otra activa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el Yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda...) y el Yang (fuerza activa/concreta, masculina, seca...). La tercera fuerza es el Tao, o fuerza superior que las contiene.
Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.
Etiquetas: Notas II
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