28 marzo, 2010

Dejarse Fluir - Reflexion

Dejarse fluir, de eso se trata o no? De hecho, es la cosa fundamental que aprendas al estar en contacto con el mar cuando empiezas a interactuar con El. Sobre todo si aquellos primeros contactos son a una corta edad. Aquellas primeras sacudidas provocadas por el movimiento y la fuerza de las olas te enseñan que la rigidez y la agitación no son tus mejores aliados en momentos tan confusos y amenazantes. Por lo cual, es la serenidad y la relajación lo que te permite rodar y amoldarte al revolcón, como se presente hasta este punto de emerger a la superficie y llenar tus pulmones con una buena bocanada de aire.
Creo, la verdad, no estamos muy alejados de una postura de una postura sobre la cual enfrentar la realidad cotidiana de nuestras vidas. Es así, pienso que denominar a la naturaleza como “madre natura” no se limita solo al don que posee de crear cualquier expresión de vida, sino de criarnos y enseñarnos a madurar como una madre lo haría, solo si nosotros sabemos observarla, respetarlas y entenderla teniendo la capacidad de asimilar nuestro contacto con ELLA como una especie pensante e inteligente. De hecho, han sido los mares y océanos los que han convertido a nosotros surfistas en una tribu de gente con una visión diferente y una sensibilidad particular ante la vida y la naturaleza, salvo excepciones, obviamente estamos claros que las playas están llenas de personajes productos de la moda sin ni un mínimo de respeto y sin un mínimo de neuronas que los hagan capaces de aportar con dignidad un tabla bajo sus brazos.

Anonimo.

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